- Caliente no!
El cabello no se enjuaga con agua caliente. Con el frío que de repente hace en los días nublados, lo más delicioso del mundo es tomar una ducha con agua caliente. Sin embargo, para lavarse el cabello, no es del todo recomendable subir la temperatura del agua, ya que estimula las glándulas sebáceas en el cuero cabelludo y produce más aceite. Lo ideal es usar agua tibia.
- Secar con la toalla
La cutícula es la parte del cabello que lo une a tu cabeza. Si frotas con frenesí una toalla en tu cabeza, lo que lograrás es debilitar el cabello y que se seque. Al terminar de bañarte, tienes que envolver con una toalla para que absorba la humedad, y luego secar el pelo corriendo la toalla de la raíz hacia las puntas, o simplemente apretando el agua.
- Humedecer primero
Los aplicadores de maquillaje deben humedecerse. Las esponjas que utilizamos para aplicarnos el maquillaje, esas en forma de gota, deben estar húmedas, antes de aplicarnos el producto en el rostro.
- Secar el rímel
¿Tu rímel se seca demasiado rápido? Puede deberse al uso que le das. Bombear la varita afuera y adentro del tubo, no es lo más efectivo para obtener más producto del envase, pues lo único que consigues es que se seque más rápido el rímel. Cada vez que metes y sacas la varita entra aire al frasco, lo que hace que la mascara se haga más grumosa.
- Contour con bronceador
El bronceador no se usa para contornear. Si notas manchas de brillo en tu bronceador, no sirve como polvo de contorno. El contour es una técnica que se utiliza para crear definición y sombra en los huecos de la cara, por lo que debe usar un polvo o crema totalmente mate si desea que su contour cumpla con su función.
Deben usarse bronceadores con partículas que reflejen la luz en los puntos más altos de la cara, como los pómulos y la nariz, para crear una ilusión de brillo.
- Sin frotar
Los perfumes tienen lo que se denominan “notas”, que son las fragancias principales. Estas notas pueden perdurar hasta una hora, pero si se frotan las muñecas una contra otra, el calor y la fricción hacen que el aroma del perfume dure menos tiempo.
En vez de eso, y para que tu perfume dure más, rocíalo en muñecas, codos o detrás de las orejas antes de cambiarte, y espera a que se seque naturalmente. No lo frotes.