El estrés es una parte natural de nuestras vidas cotidianas. Puede ser desencadenado por cualquier asunto que demande más de nuestra atención, desde trabajar hasta tarde y quedar atascado en el tráfico, hasta cambios serios de la vida tales como muerte, divorcio o enfermedad.
Cuando enfrenta una situación estresante, su pulso se acelera, respira más rápido, los músculos se tensan y el cerebro usa más oxígeno y aumenta la actividad. Si la respuesta al estrés dura demasiado tiempo, puede perjudicar su salud.
No siempre puede evitar el estrés en su vida, pero puede aprender a manejarlo mejor. Pero antes de definir algunas recomendaciones que ayuden a combatir el estrés es importante saber que también se pueden desarrollar una serie de estrategias para prevenirlo:
Identificar las situaciones que resultan estresantes y evitarlas.
Ser conscientes de las propias limitaciones y no asumir responsabilidades que no se está seguro de poder cumplir.
Establecer un criterio de prioridades a la hora de afrontar las obligaciones y los retos que le esperan a uno.
Si se decide realizar cambios importantes en el estilo de vida, como cambiar de trabajo o de casa, deberán planificarse con detalle y con antelación suficiente.
Mantener una actitud positiva ante la vida.
Desarrollar una comunicación fluida con los demás y compartir ideas, inquietudes, deseos, proyectos, etc.
Dormir el tiempo necesario para descansar. Ni más, ni menos (entre seis y ocho horas diarias.
Hacer ejercicio regularmente.
Seguir una dieta equilibrada.
Combatir el estrés
Los Institutos Nacionales de la Salud recomiendan estas medidas:
Establezca prioridades.
Decidir qué cosas se deben hacer y qué cosas pueden esperar y aprender a decir no a tareas nuevas si usted está abrumado(a).
Manténgase en contacto con personas que pueden proporcionar apoyo emocional y de otra índole. Pida ayuda a los amigos, la familia y la comunidad u organizaciones religiosas para reducir el estrés debido a responsabilidades laborales o asuntos familiares, tal como el cuidado de un ser querido.
Tómese tiempo para hacer actividades relajantes que disfruta como leer, hacer yoga o jardinería.
Evite pensar obsesivamente en los problemas. Enfóquese en lo que ha logrado, no en lo que no ha podido hacer.
Haga ejercicio con regularidad. Una caminata moderada de solo 30 minutos por día puede ayudar a levantarle el ánimo y reducir el estrés.
Se podría seguir enumerando actitudes, actividades o medidas que ayuden a afrontar y reducir el estrés. Pueden ser innumerables. Lo más importante, en todo caso, es no permitir que sea el estrés el que marque la pauta en la propia vida.