SAN DIEGO.- “Sí me cortó las alas, me dijo “you’re ilegal”; entonces no se usaba la palabra ‘Dreamer’, no se autorizaba para describirnos, en 2001. No había California Dreamer (Act), tampoco. No era algo que se platicara; era todavía vergonzoso”.

Dulce García narra la respuesta de un Consejero (Universitario) y los duros momentos por los que tuvo que pasar para ocupar un asiento en la Universidad y recibirse como Abogada, siendo indocumentada.

“Ya había sido aceptada en varias universidades cuando estaba en San Diego High School, y a la que yo tenía muchos deseos de asistir era UC Davis, pero cuando fui con el Consejero me dijo que nunca iba a poder estudiar y menos en una universidad”.

“Yo llevaba mis calificaciones de High School”, afirmó, “y les dije que he estado residiendo aquí toda mi vida (por más de 30 años); y entonces no tendría que ser calificada como extranjera”.

“Fue el primer golpe y el más duro, porque fue el que me abrió los ojos de cuál era mi realidad. Me presenté tres veces en persona y fui y les dije que quería inscribirme y que era mi número de ‘taxes’ (impuestos), pero me dijeron que no era válido, que ocupaba mi número de seguro social”, continuó.

Ha superado todos los Obstáculos, en el camino

Pero los deseos de estudiar y salir avante frente a la adversidad fueron más poderosos que los obstáculos que le pusieron en el camino y que para otro (a) podrían haber sido insalvables. La oportunidad de estudiar la abrió la opción que en ese momento había para registrarse por computadora, y así lo hizo, abriéndose una puerta que para ella había estado siempre cerrada.

Pero para poder estudiar, la muchacha tuvo que trabajar “cuando me gradué en 2009, tome un año para trabajar y tenía tres trabajos: de Tutora, vendiendo flores y estacionando carros en los juegos de Los Padres (de San Diego)”, porque pagaban ‘cash’; también de Mesera en un restaurante de Mission Valley, pero ese trabajo sí lo detesté, porque era muy mala mesera”, ejemplificó.

La Abogada especializada en Inmigración, Litigación y Defensa Criminal, indicó que en California si no cuentas con un seguro social y estás como indocumentado no importa, porque “hay una ley que específicamente nos protege y que surgió gracias al caso (y lucha) del abogado Sergio García”.

En espera de la respuesta

Ahora Dulce está en espera de respuesta a su solicitud de ampliación de su permiso DACA, que vence en febrero del 2018, y en su despacho anticipa que una delegación de soñadores de esta frontera acudirá a Washington, D.C., “para reunirse con representantes del Congreso y funcionarios electos del gobierno”.

En entrevista con El Latino anticipó que en compañía con otros (as) soñadores (as), buscan recaudar $5,000 para llevar al mayor número de soñadores posible al Congreso “y hacer que se escuchen sus voces”.

Recuerda que la mitad de todos los soñadores viven en California, Arizona, Nuevo México y Texas.

Y puntualiza en una carta abierta: “Es mi llamado al Congreso para que finalmente apruebe una Ley de Sueños limpia, sin usar a los soñadores como moneda de cambio para protección de fronteras”.

Precisó que para obtener mayor información, puede contactarla directamente en: https://wwwfacebook.com/thegarcialawfirm,

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Horacio Rentería

Ellatinoonline.com