Tres de cada cuatro personas tienen algún problema con los lácteos y la mayoría no lo sabe. Los lácteos son de los alimentos más inflamatorios, sobrepasados sólo por al gluten. La inflamación provoca enfermedades como cáncer, diabetes, o demencia. También acné, hinchazón, gases, estreñimiento y diarrea; e incluso trastornos cerebrales o de estado de ánimo.

El problema con los lácteos es frecuentemente hereditario y varía entre grupos étnicos. Según la Escuela de Medicina de Harvard, el 50% de los hispanos tiene algún problema con los productos lácteos.

Los lácteos son populares por ser sabrosos y considerarse esenciales para prevenir la osteoporosis. Pero, en un estudio de 1992 el consumo de calcio no demostró ningún papel protector. De hecho, las poblaciones con mayor consumo de calcio tuvieron índices de fractura más altos.

Los lácteos causan problemas de diferentes maneras: 1) contienen lactosa que algunas personas no pueden digerir; 2) Contienen las proteínas caseína y suero de leche que causan problemas de salud y peso en muchas personas; y 3) algunos contienen antibióticos y hormonas.

La intolerancia a la lactosa es el problema más común. Sucede cuando no el cuerpo no produce enzimas para digerir la lactosa creando problemas digestivos como hinchazón, gases, estreñimiento, diarrea y dolor de estómago.

La intolerancia a la caseína es el segundo problema más común. Sucede cuando el cuerpo no reconoce esta proteína provocando inflamación interna para destruir al supuesto invasor. Al seguir comiendo lácteos se desencadena inflamación crónica se acumula hasta crear síntomas de salud o terminar en enfermedad.

La caseína causa frecuentemente problemas respiratorios. Forma mucosidad que cuando se acumula irrita y obstruye el sistema respiratorio, generando nariz que moquea, congestión, garganta irritada, asma, bronquitis, sinusitis, resfriados, o infecciones de oído. Esto nos pasaba a mí y a mi hija. Desde que dejamos los lácteos, se nos quitaron los resfriados frecuentes, asma, infecciones de sinusitis o de oído.

La caseína puede crear adicción a los lácteos. Al ser digerida, produce sustancias parecidas a la morfina (casomorfina) que entran en la sangre y afectan al sistema nervioso pudiendo generar adicción similar a la heroína, que es l razón por la que es tan difícil dejar los lácteos.

Los productos lácteos incluyen la leche, quesos, yogurt, crema, helados. También la mayoría de productos procesados como galletas, salsas, aderezos, sopas. Aunque pienses que no eres sensible a los lácteos, te recomiendo que experimentes cómo te sientes sin ellos. Tres semanas es el tiempo requerido para desinflamarte. Creo que te sorprenderás de la cantidad de cosas que mejorarán.

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