SAN DIEGO.- En demanda de asilo político para seis de sus compatriotas quienes perdieron alguna extremidad en ‘la Bestia se encuentran arrestados en el Centro de Detención de San Ysidro, miembros de la Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidades (AMIREDIS), se encuentran en San Diego.

El líder de AMIREDIS, José Luis Hernández , viene acompañado de José Alfredo (Corea), José Nain (Gutiérrez) y Fredy (Vega), quienes también han sufrido mutilación de sus extremidades, al caer de los trenes, mejor conocidos como “La Bestia”.

Estos migrantes,después de pasar un verdadero ‘calvario’ han logrado que se les otorgue asilo político y a ello, aseguran tienen derecho sus compañeros detenidos.

Recuerda como si fuera este instante la desgracia que sufrió en su segundo intento para cruzar la frontera del paso Texas, por el estado de Chihuahua.

En su dura travesía este muchacho que no le teme a nada, pues ha visto y sufrido de todo al grado que ni él ha podido sobrevivir, salió de la ciudad de Progreso, Honduras, en busca de un mejor futuro y con el sueño de sacar a su familia de la pobreza extrema en que vivía.

Acompañado de un amigo suyo, tras 20 días de subirse a varios trenes, le tocaría presenciar hechos impactantes como la violación a una muchacha y la mutilación de una pierna de un joven. Ya en México, estaba a punto de cumplir 18 años y hacía un calor extremo, que describió como “insoportable” aquel verano del 2006.

“Era el último tren al que me subía y viajaba de Torreón a Juárez y de ahí llegué a la ciudad de Delicias, un lugar al que llaman “Los Vencedores del Desierto”.

Recuerda que fue el domingo 11 de junio del 2006 en la mañana, iba sentado en el acoplamiento de los vagones, con los pies hinchados de tanto caminar, se quitó un momento sus zapatos, y sin imaginarlo, sufriría la peor tragedia de su vida:

La mutilación de su pierna derecha, todavía semi-desmayado y en medio de la desesperación, tuvo fuerzas para sacar su pierna separada, pero “La Bestia” le mutilaría su mano izquierda y varios dedos de su mano izquierda. Ahí permanecería desangrándose un tiempo que parecería una eternidad, pero José Luis descorazonado pero con el coraje que da a los seres humanos el espíritu de supervivencia, no pudo reincorporarse pero si sentarse y pedir por auxilio. Y ese apoyo llegó para él venturosamente personificado en un paramédico de la Cruz Roja quien casualmente pasaba por el lugar pasaba y quien, por medio de un radio pediría una ambulancia, que lo llevaría a un hospital, donde sería atendido de sus graves lesiones.

José Luis narró como en el hospital estaría en recuperación dos años, y su regreso a Honduras, a pesar de que él no hubiera querido retornar a su país y que su familia lo viera así.

Ahora buscan entrevistarse con el presidente Barack Obama, porque en palabras de su líder “queremos que conozca la verdadera cara de la migración y su triste realidad”.

Y en un emotivo encuentro que estos jóvenes mutilados tuvieron la mañana del sábado 18 de junio en el centro comunitario de Sherman Heigths, agradecieron al director de Ángeles de la Frontera, Enrique Morones, su apoyo. Cabe agregar que esta ayuda también les fue oferecida por por Salvador Candia, fundador y director de Herencia Hispana y Alonso Méndez, presidente de la organización hondureña “Helps for Schools” (Ayuda para Escuelas).

Ahí, José Luis Hernández describió como a su retorno a Honduras, sus familia simulaba estar contentos de recibirlo, pero “yo sabía que era fingido, recuerdo que una vez fui al baño de la casa y cuando salí no los encontré, y al buscarlos los encontré escondidos, llorando en los rincones de la casa, porque no querían mirarme triste”. Pero lo que quizás el testimonio más emotivo, fue cuando José Luis describió su amor que desde niño tuvo por la guitarra, y cuando se madre le dijo que ésta se había caído y despedazado. “Sé que lo hizo para que no la viera y sufriera”, dijo el muchacho quien también tuvo que sacrificar su gusto por el fútbol sóccer.

Luego de indicar que hay en Honduras 713 mutilados a causa de la inmigracióny proporcionó el número (830) 282-9251 para quien desee ayudarles con el hospedaje. El muchacho llegó a las fibras más íntima al interpretar: “si la luna suave se desliza por cualquier cornisa, sin permiso alguno, por qué el migrante precisa demostrar con visa, que no es de Neptuno…”

Horacio Rentería

Ellatinoonline.com